Ya es un hecho: la concepción de la educación y la crianza está cambiando.
El avance de la ciencia en el campo de la educación, la neurociencia y el desarrollo humano y en general, la transformación cultural de nuestra sociedad está dando pie a un cambio de paradigma de la educación. ¡Por fin!
Demos la bienvenida a una era de respeto, corresponsabilidad y de relaciones horizontales.
Y de aquí que estén en auge todos estos conceptos de disciplina positiva, crianza respetuosa, educar en positivo, apego seguro, etc… ¿Te suenan?
Pues bien, diferentes nombres y seguramente con matices que diferencian los conceptos, pero a fin de cuentas una misma base: el respeto y el amor por el ser humano y su desarrollo para contribuir en la creación de una sociedad sana.
“La educación es el encendido de una llama y no el llenado de un recipiente”
Sócrates
Ya veis, una cuestión que Sócrates ya se planteaba hace miles de años, y aun así hemos seguido teniendo la educación como medio de adoctrinamiento durante siglos y siglos en lugar de como una herramienta poderosa de crecimiento y felicidad. ¿Curioso verdad?
Soñamos con que nuestros hijos e hijas sean personas maravillosas, respetuosas, libres, felices, con una vida estupenda y ahora tenemos la oportunidad de usar estas herramientas educativas para hacer este sueño realidad.
El tema es que la intervención de los padres, las madres y educadores/as cuenta, y cuenta hasta el punto de influir hasta en el carácter innato y formado genéticamente de los niños y niñas. El mayor impacto que podemos generar de manera intencionada se llama ejemplo. Con esto quiero decir que tenemos que empezar a educar por lo más importante y a la vez lo más difícil: nuestra propia persona.
Lo más importante porque nuestra persona, el bienestar propio, va a ser el sustento del bienestar y la felicidad de ellos/as, somos el pilar sobre el cual se va a sustentar gran parte de su vida; y lo más difícil porque nos han enseñado bien poco a mirar para adentro, a tomar conciencia y a cuidar nuestra salud mental y emocional, pero ¡nunca es tarde si la dicha es buena!
Si estás en el barco de los/las valientes que quieren lo mejor para sus hijxs sin importar el qué dirán, que no se conforman con el “toda la vida se ha hecho así y no hemos salido tan mal” (porque aquí podríamos abrir un buen melón…) y que están dispuestos/as a tomar acción… ¡ENHORABUENA! Cada día somos más. y juntos vamos a hacer grandes cosas.
Si te sientes perdido/a y no sabes por dónde empezar solamente tienes que decírmelo y nos ponemos a trabajar.
¡Hasta pronto!
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